No digas que quieres y luego no lo intentes. No digas que lo odias cuando tú estuviste ahí alguna vez y te encantaba. No escupas a tu pasado, no lo detestes porque a final de cuentas eso eres tú...de ahí partiste para ser exactamente quien ves todos los días en el espejo. No empieces algo si no lo vas a terminar. No llores por algo que tú ocasionaste, y si vas a llorar por algo, llora bien...no solloces, que sea claro, que sea fuerte, que nada quede, que te quedes seca de tanto llorar. Nunca pienses que no eres lo suficientemente bueno para alguien más, o para algo. No creas si alguien te dice que no puedes hacer algo. Si oyes la música fuerte, que sea porque te gusta, no porque quieres que los demás oigan que te gusta. No critiques a alguien por lo que hace...tú no tienes ni idea de sus circunstancias de vida, y por ende no eres nadie para juzgar. No quemes los puentes por donde cruzaste. Y no des nada por sentado.