Muchas cosas han pasado. Y no siento, no creo que siga siendo la misma. Sin embargo, miro el espejo, y sé que ahí está la misma chica, pero con un torbellino de transformaciones en la cabeza. Quiero cambiar. Quiero cambiar, digo, me repito lo mismo todo el tiempo, pero no sé donde empezar. Tengo 19 años, pero actuo como una tonta de 17, mis inseguridades se parecen a las olas del mar, vienen y van, y terminan dejandome seca y vacía, y al final del día, me pregunto qué he hecho de mi vida que haya valido la pena, y con pena, me contesto que absolutamente nada.
Estoy desperdiciando mi vida. Y sabiendo que no hay marcha atras, me dedico a verla correr, sin ser siquiera la protagonista.
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