13.1.10

No quiero.

















Me persigues. Yo intento correr, pero fallo porque estoy atada. Me confunde la idea que tienes de mi. Me cubro los ojos, me tiro en la cama, miro al techo y me pregunto qué ves en mi que no tenga alguien más. Después, me doy cuenta de que lo que yo tanto quería hace tiempo, está llegando pero yo no lo quiero. Me siento como en aquel soneto de Sor Juana, que leí en la secundaria pero que no podía entender del todo hasta hoy. Las palabras cobran mucho significado para mi, y muy en el fondo, me duele una parte de mis circuitos. Porque se que podría, pero no quiero. Porque sé que no está bien que yo sonría como si nada pasara mientras me abrazas, y me cuentas de tu día. Esperas tanto de mi, que no se como decir, que lo que yo siempre quise no eres tú. No eres tú. Eso es la parte oscura del amor. Quieres pero no te quieren. Te quieren, pero no quieres. Pero es tonto arrepentirse por que no sirve de nada. Lo único que podría hacer, es dejar de hacerme la tonta. Y dejar de hacerte tonto a ti. No lo mereces. Y yo tampoco.

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