5.4.09

6. All I Need.

Barcelona lo recibió con los brazos abiertos, y una temperatura para derretir cualquier vela puesta en las banquetas de la ciudad. Gracias a las indicaciones de la mujer en las oficinas de Vogue en Francia, supo a dónde dirigirse para encontrarse con Anna. Estaba emocionado y nervioso. El taxi lo llevó a su hotel, y ahí pudo ducharse, y cambiarse. No quería verse mal para ella. Aunque de todos modos, ella lo había visto ya de cualquier forma posible, y no parecía importarle mucho. Aun así, no quería parecer un vagabundo. Tomó otro taxi, y lo llevó al lugar con prontitud. Para su sopresa, no estaba lejos de donde estaba su hotel. 

Era el Parque Güell...un lugar bastante hermoso, y fuera de lo común. Aunque también grande. Por lo cual, complicaba un poco las cosas para encontrar a Anna. Caminó sin mucha prisa, admirando lo que había a su alrededor. Intentaba observar bien todo, por si la veía por ahí. Recorrió un buen tramo, hasta el centro del parque. La Plaza. Y ahí estaba.

Se quedó parado en donde estaba. No quería parecer ridículo, corriendo hacia donde ella estaba, como en las malas telenovelas. Se limitó a mirarla desde ahí. Estaba acomodando a las modelos en los pilares de la Plaza, platicaba con ellas, y de pronto comenzaron a reírse. Justo ahí, recordó todas las veces en que ella, logró sacarle un millar de carcajadas con cualquiera de sus ocurrencias. Era muy simpática, y siempre tenía algo que contarle. Sonrió para sí mismo al recordarlo todo. 

Después comenzó a fotografiar a las modelos un par de veces, hasta que parecía haber terminado. Después, volteó y con su cámara, comenzó a retratar a la gente que paseaba por ahí. Brian no supo si moverse, o quedarse ahí. Estaba seguro de que si se quedaba quieto, se daría cuenta de que él estaba ahí, a través del lente. Optó por quedarse ahí. Quería que ella misma se diera cuenta de que ahí estaba. Quería ver la sorpresa dibujada en su rostro. 

Y no tardó mucho para ocurrir la escena que ya se estaba imaginando. De pronto, volteó justo hasta donde él estaba, y se quedó estática. Cambió el lente por un gran angular, y lo enfocó justo en su dirección. Después de varios movimientos con el lente, separó su rostro de la cámara, y lo miró con sus propios ojos. Brian, por su parte, solo le dijo hola con la mano, sonriendo. 

Anna no creía lo que habían visto sus ojos. ¿Qué hacía él ahí? ¿Cómo diablos se había enterado de dónde estaba?, tenía tanto que preguntarle. Pero también tenía que besarlo...necesitaba besarlo. 

Dejó la cámara ahí, y atravesó la plaza corriendo. Él abrió los brazos, y ella no tardó en rodearlo con sus brazos. Ella temblaba. Quería llorar, pero no quería que él la viera de esa forma.  Se sentía tan bien tenerla así de cerca. Ya no quería volver a dejarla ir así. 

-Pero tú...¿cómo supiste que estaba yo aquí?-le preguntó titubeando.
-No me preguntes, el chiste es que estoy aquí, y creo que ya aprendí la lección...-dijo él, la tomó de las mejillas y la besó después de mucho tiempo. 

Ya tendría tiempo para explicarlo todo. Aunque no se le ocurría qué excusa darle, por haber entrado a su apartamento, y haber abierto su diario. Confiaba en que no lo tomara tan mal. 

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