Yo si creo en las casualidades. Aunque digan que, nada pasa por casualidad, y que todo ya estaba escrito, y blah blah blah. Yo si creo en las casualidades. Al menos, es más bonito pensar que las cosas pasan así como por magia, o por algo mucho más allá de la comprensión humana. Y lo creo más ahora que encontré a Alejandra Pizarnik. Es como cuando me encontré a Sylvia Plath. Y los y las super estudiad@s diran ¡aaah, pero qué boba es! que inculta, que analfabeta, apeeeenas sabe de la existencia de Alejandra Pizarnik. Sí, no lo niego. Peor hubiera sido jamás saber de su existencia.

Me identifico mucho con sus letras desesperanzadas. Sus entradas en su diario. Son de ese tipo de cosas, que digo. AH! porque jodidos eso no se me ocurrió a mi. Hay ciertas cosas que pienso, y que escribo, pero que no salen tan bonitas como lo escribe ella. Bueno, no podía pedir todas, algunas tienen talento, y otras como yo no. Soy un maldito cliché y no lo niego. Escribo cursilidades cuando me da la gana y no lo niego. Maybe that's why nadie me lee, ni me leerá. Honestamente, hace tiempo dejó de importarme. Escribo para mi. Y porque a veces es mejor hacerlo aquí, que en mis cuadernos. Me fluyen mejor las ideas.

Creo que ya es tiempo de cambiar el diseño del blog. Lo haré cuando tenga un template que quede. Mientras tanto, seguiré con el panquecillo. Y el rosa chillón. seh.