Este lugar fungió como mi escape por mucho tiempo. Este lugar vio nacer muchísimas de mis historias, desde las ficticias, hasta algunas otras verdaderas. Esta habitación fue partícipe de largas madrugadas platicando, oyendo música, pensando...imaginando. Sus paredes albergaron imágenes, fotos, posters...cartas. Recuerdos.
Y me acuerdo de la niña que llegó aquí. La niña que pegaba cosas en las paredes, aferrandose a todo lo que había dejado atrás que fue bueno...que la marcó, que comenzaba a extrañar. Y de aquí, se va la misma niña, pero con otro tipo de nostalgias...con otro tipo de historias, con otros sueños.
Me duele dejar esta habitación. Verla vacia, me remite irremediablemente, al momento en el que la vi vacía y nueva. Las paredes intactas, el suelo impecable. Y solo pensaba en como llenar el espacio, me imaginaba todo lleno de todas y cada una de las cosas que me gustaban, y ahora...Vacio...hueco.
Aunque esta casa no era nuestra...La voy a extrañar muchísimo. Pero ahora, solo me quedara el recuerdo, de que alguna vez, la sentí mía.
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