Me vi grosera. Fui insensata, insensible y tonta. Le cerré la puerta en la cara
y después del arrepentimiento secreto, lo veo riéndose como si nada hubiera
pasado. Como pretendiendo que la distancia no afecta absolutamente nada de
lo que somos y de lo que fuimos. Y es que todo lo que una vez fue solo es polvo
para mi...Y no pienso volver a construir un castillo de un montón de polvo, ya
no sería lo mismo de ninguna forma.
Ya fue. A veces creo que no lo entiende,
y que yo tampoco logro comprenderlo, pero lo sabemos. Inconscientemente lo
sabemos, pero no queremos admitirlo. Y la última y única vez que lo admití,
me dolió mucho, y quise bloquear todo eso de mi mente...como si eso fuera
posible.
Caray! es que te cerré la puerta en la cara! ¿porque diablos sigues sonriendome
como si todo estuviera normal? grítame, regañame, enójate, vete...y aunque no
lo sientas, fíngelo...fíngelo, y entonces, encontraré una excusa para no extrañarte
tanto, para no sentir que una pieza de mi esta faltando. Inventate una mentira
enorme...una de esas mentiras que duelen, y que te dejan un hoyo horrible, y así
habré hallado otra excusa para no pensarte, me enojaré contigo, prolongaré el
enojo hasta la posteridad, y asunto arreglado.
como si eso fuera tan fácil.
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