Es normal no?
sentir que el mundo se te viene encima sin más. Que todo lo que tu creías se vaya por la basura, y que las personas en las que más depositas tu confianza desaparezcan, que la raíz con la que te sostenías se rompa y tú seas la única ahí para enmendarla. Es muy normal sentirse roto. Al menos es muy normal en mi universo y no debería de hacer fiestas sobre eso. No debería, pero quiero.
Quiero llorar y sacarlo todo. Pero siempre que quiero llorar mucho mucho con alguien, las lágrimas no salen porque pues no. Esa Fernanda sumamente chillona nadie la conoce, más que mi madre, pero ni ella la ha visto aparecer ultimamente. Intento decirme que no debo aparentar fuerza ante los demás porque es ridículo, pero no puedo. No puedo evitar no llorar frente a los demás, y por consiguiente creen que no me importa lo que me pasa, o que no le doy la importancia que se merece. Joder, estoy que exploto por dentro. Soy el cuadro del grito desesperado andante, y la gente se deja llevar por mi sonrisilla idiota. Ya todos se la creen. Y esa es mi culpa.
Estoy a nada de mandarlo todo tan lejos. Esto ya es demasiado.